Tras los fantásticos resultados obtenidos el año anterior, un momento de desánimo inundó nuestro pensamiento pues pensábamos que ya habíamos llegado al máximo de nuestras posibilidades y que poco más se podía conseguir, ¡qué equivocados estábamos! Muchos de los chicos que formaban parte de este equipo ya estaban el año anterior. Pero el equipo de las chicas experimentó un cambio radical, era un equipo totalmente nuevo -excepto Celia-. Aposté claramente por un grupo de niñas de 4º, niñas que había observado en ellas algo especial y no sé muy bien cómo explicarlo, pero les vi una chispa, una ilusión por conseguir algo importante, fuera de lo común, con una personalidad muy fuerte y un entusiasmo contagiante.
Al igual que hace unos años atrás, no me resignaba a ver cómo año tras año los chicos y chicas que formaban parte de nuestros equipos cuando abandonaban el Colegio para empezar el Instituto, dejaban de practicar el deporte del atletismo que tanto les gustaba. Tuve una charla con las chicas que estaban ya en el Instituto y les planteé mi proyecto. Un día a la semana vendrían a entrenar conmigo y, al menos, otro día tendrían que ir a Puertollano, acompañadas por Longino. Y así se hizo, además se nos unió al grupo una gran atleta: Beatriz Escribano. Y fue en este preciso momento cuando comienza la carrera de Beatriz Belmonte como firme promesa del atletismo español, aunque de esto prefiero hablar un poco más adelante.
Ya en los entrenamientos se podía observar el espíritu de superación y el amor propio de este grupo, nunca se conformaban con sus marcas, siempre querían mejorar, entrenar cada vez más y más fuerte, la verdad es que tengo que confesar que había veces que me sentía desbordado por tanto entusiasmo y tanta capacidad de trabajo, incluso cuando llegaba la hora del recreo, salían corriendo a buscarme y a preguntarme: "¿cuántos minutos corremos, cuántas vueltas damos?".
Quisiera aprovechar esta ocasión para poder reconocer todo el trabajo que lleva realizando Longino Romero con los chicos y chicas de Argamasilla. ¡Ánimo, Longino y adelante!
Los nombres de los pequeños-grandes atletas -pequeños por su tamaño y edad, pero grandes por su capacidad de trabajo y de ilusión- son:
Gema Torrico Rodríguez, Mª Carmen Huertas Pardo, Virginia Gutiérrez Viñas, Celia Belmonte Gijón, Silvia Muñoz Soriano, Tamara Viñas Martínez, Rosalía Gómez García, Noelia Huete Rodríguez y Silvia Tabas Calle.
Juan Carlos Raya Escobar, Fernando Belmonte Ríos, Pablo Real Alonso, Cristofer Martínez Escobar, Alberto Alonso Escobar, Alfonso Granados Lajara, Juan Antonio Lara Rodríguez, Juan Lajara Sánchez, Antonio Lajara Sánchez, David Fernández Castellanos y Juan Gabriel Sánchez Golderos.
Cristina Granados, Alba Sierra, Beatriz Belmonte, Mª José Serrano, Ana Balseras y Arantza Rodríguez.
"Queridos amigos, cuando veo esta foto recuerdo perfectamente aquel frío día de Valdepeñas: ¡Quién podría imaginar todo lo que se nos iba a venir encima en los próximos años! ¿Alguien podría adivinar a Beatriz Belmonte colgándose la medalla de oro de campeona de España sólo unos meses más tarde? ¿Quién podría creer que este grupo de chicas provocarían la admiración y el aplauso unánime algo más lejos de aquí... en Valladolid? La ilusión por ver nuestro sueño hecho realidad pudo con todo".
3 comentarios:
esta muy bien brabo don antonio y no te vallas anda
no te vallas.
muy muy bien pero requiere mucho trabajo berdad?
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